MOSCÚ – Un frenesí de los medios de comunicación a escala mundial ha convertido el aprieto del truhán analista de los servicios de inteligencia americano Edward Snowden en algo parecido a una novela de John le Carré, llena de suspense y de intriga. ¿Para quién espía? ¿Quién le concederá asilo? ¿Podrá superar a la Agencia Nacional de Seguridad en sus intentos de obligarlo a regresar a los Estados Unidos para ser sometido a juicio con las acusaciones de robo y espionaje? ¿Y qué dirá el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en su reunión prevista para el próximo mes de septiembre en Moscú, en cuyo aeropuerto de Sheremetyevo está refugiado actualmente Snowden?
MOSCÚ – Un frenesí de los medios de comunicación a escala mundial ha convertido el aprieto del truhán analista de los servicios de inteligencia americano Edward Snowden en algo parecido a una novela de John le Carré, llena de suspense y de intriga. ¿Para quién espía? ¿Quién le concederá asilo? ¿Podrá superar a la Agencia Nacional de Seguridad en sus intentos de obligarlo a regresar a los Estados Unidos para ser sometido a juicio con las acusaciones de robo y espionaje? ¿Y qué dirá el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en su reunión prevista para el próximo mes de septiembre en Moscú, en cuyo aeropuerto de Sheremetyevo está refugiado actualmente Snowden?