PRINCETON – A esta altura, todos saben que Alemania lleva la voz cantante no sólo en la eurozona, sino en toda Europa. Dentro de Alemania, supo haber infinitos debates sobre la identidad alemana -lo que un historiador llamó "la continua disputa sobre lo que podría significar ser alemán"-. Pero, en términos de política exterior, la Alemania occidental de posguerra -y, luego, la Alemania reunificada- siempre fue absolutamente predecible: nunca contra Occidente; siempre por más Europa. Actualmente, la "República de Berlín" está muy segura sobre su identidad -y, aparentemente, a la deriva en sus relaciones con el mundo.
PRINCETON – A esta altura, todos saben que Alemania lleva la voz cantante no sólo en la eurozona, sino en toda Europa. Dentro de Alemania, supo haber infinitos debates sobre la identidad alemana -lo que un historiador llamó "la continua disputa sobre lo que podría significar ser alemán"-. Pero, en términos de política exterior, la Alemania occidental de posguerra -y, luego, la Alemania reunificada- siempre fue absolutamente predecible: nunca contra Occidente; siempre por más Europa. Actualmente, la "República de Berlín" está muy segura sobre su identidad -y, aparentemente, a la deriva en sus relaciones con el mundo.