MADRID – La política internacional abunda en disputas territoriales sin resolver: desde las reivindicaciones de Japón y China sobre las Islas Senkaku/Diaoyu, al prolongado desacuerdo fronterizo entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno-Karabaj. En este ámbito, poca atención se presta al Sáhara Occidental, pese a que se ha abierto un periodo con expectativas claras de avances hacia la consecución de un acuerdo.
MADRID – La política internacional abunda en disputas territoriales sin resolver: desde las reivindicaciones de Japón y China sobre las Islas Senkaku/Diaoyu, al prolongado desacuerdo fronterizo entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno-Karabaj. En este ámbito, poca atención se presta al Sáhara Occidental, pese a que se ha abierto un periodo con expectativas claras de avances hacia la consecución de un acuerdo.