LONDRES – En momentos en que el coronavirus sigue haciendo estragos por el mundo, hace falta una clase particular de genio maligno para conseguir que Estados Unidos esté en el banquillo de los acusados, mientras crece la cifra de muertos y se extiende la devastación económica. Y sin embargo, es lo que está haciendo el presidente Donald Trump.
LONDRES – En momentos en que el coronavirus sigue haciendo estragos por el mundo, hace falta una clase particular de genio maligno para conseguir que Estados Unidos esté en el banquillo de los acusados, mientras crece la cifra de muertos y se extiende la devastación económica. Y sin embargo, es lo que está haciendo el presidente Donald Trump.