VIENA – En su apuro por contrarrestar el revanchismo asesino del presidente ruso Vladímir Putin, los líderes de Occidente parecen cada vez más dispuestos a llegar a acuerdos faustianos con otros regímenes autoritarios. Así, el 16 de marzo, el primer ministro británico Boris Johnson viajó a Arabia Saudita para reunirse con su gobernante de facto, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, convirtiéndose así en uno de los pocos líderes occidentales que lo hicieron desde el truculento asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en 2018.
VIENA – En su apuro por contrarrestar el revanchismo asesino del presidente ruso Vladímir Putin, los líderes de Occidente parecen cada vez más dispuestos a llegar a acuerdos faustianos con otros regímenes autoritarios. Así, el 16 de marzo, el primer ministro británico Boris Johnson viajó a Arabia Saudita para reunirse con su gobernante de facto, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, convirtiéndose así en uno de los pocos líderes occidentales que lo hicieron desde el truculento asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en 2018.