MADRID – Putin quiere cambiar el curso de la historia. Su plan, concebido para enmendar parcialmente las consecuencias de la disolución de la Unión Soviética, ‘la mayor catástrofe geopolítica del siglo veinte’ en palabras del mismo Putin, está abocado al fracaso. Incluso si el ejército ruso consigue reconducir una campaña militar fallida, no será más que una victoria pírrica que poco hará por cumplir las pretensiones de grandeza que alberga Putin para su país.
MADRID – Putin quiere cambiar el curso de la historia. Su plan, concebido para enmendar parcialmente las consecuencias de la disolución de la Unión Soviética, ‘la mayor catástrofe geopolítica del siglo veinte’ en palabras del mismo Putin, está abocado al fracaso. Incluso si el ejército ruso consigue reconducir una campaña militar fallida, no será más que una victoria pírrica que poco hará por cumplir las pretensiones de grandeza que alberga Putin para su país.