El poder de Estados Unidos ha sido tan abrumador durante tanto tiempo que muchos piensan que el país sobrevivió indemne a la presidencia de George W. Bush. Que esta suposición es errónea lo demuestran quienes, desde Vladimir Putin de Rusia y Hugo Chávez de Venezuela hasta Mahmoud Ahmadinejad de Irán y Robert Mugabe de Zimbabwe, están explotando la pérdida de reputación e influencia de Estados Unidos. Esto no es motivo de alegría malsana. Por el contrario, es hora de que los amigos de Estados Unidos, particularmente en Europa, se den cuenta de que la debilidad de Estados Unidos socava también su influencia internacional.
El poder de Estados Unidos ha sido tan abrumador durante tanto tiempo que muchos piensan que el país sobrevivió indemne a la presidencia de George W. Bush. Que esta suposición es errónea lo demuestran quienes, desde Vladimir Putin de Rusia y Hugo Chávez de Venezuela hasta Mahmoud Ahmadinejad de Irán y Robert Mugabe de Zimbabwe, están explotando la pérdida de reputación e influencia de Estados Unidos. Esto no es motivo de alegría malsana. Por el contrario, es hora de que los amigos de Estados Unidos, particularmente en Europa, se den cuenta de que la debilidad de Estados Unidos socava también su influencia internacional.