OTTAWA – Una cuarta parte de toda la comida del mundo se pierde todos los años, por recolecciones deficientes, almacenamiento inadecuado y desperdicio en las cocinas. Si se redujera a la mitad ese despilfarro, el mundo podría alimentar a 1.000 millones de personas más y convertir el hambre en una cosa del pasado.
OTTAWA – Una cuarta parte de toda la comida del mundo se pierde todos los años, por recolecciones deficientes, almacenamiento inadecuado y desperdicio en las cocinas. Si se redujera a la mitad ese despilfarro, el mundo podría alimentar a 1.000 millones de personas más y convertir el hambre en una cosa del pasado.