NUEVA YORK – Imagínense que entran en la ducha, abren la canilla y no sale agua. Llaman a un plomero, que les dice que hay orificios en las cañerías y que la reparación les costará 1.000 dólares. Ustedes le dicen que, en cambio, aumente la presión del agua.
NUEVA YORK – Imagínense que entran en la ducha, abren la canilla y no sale agua. Llaman a un plomero, que les dice que hay orificios en las cañerías y que la reparación les costará 1.000 dólares. Ustedes le dicen que, en cambio, aumente la presión del agua.