HONG KONG – El mundo está en guerra. El enemigo es resistente, despiadado e impredecible, no distingue razas, nacionalidades, ideologías ni riqueza. Ya dio muerte a más de 26 000 personas e infectó a más de 566 000. Desde trabajadores comunes, hasta el primer ministro y el príncipe heredero del Reino Unido. Ha detenido economías, colapsado los sistemas de atención sanitaria y obligado a cientos de millones de personas a quedarse confinadas en sus hogares. Y no retrocederá.
HONG KONG – El mundo está en guerra. El enemigo es resistente, despiadado e impredecible, no distingue razas, nacionalidades, ideologías ni riqueza. Ya dio muerte a más de 26 000 personas e infectó a más de 566 000. Desde trabajadores comunes, hasta el primer ministro y el príncipe heredero del Reino Unido. Ha detenido economías, colapsado los sistemas de atención sanitaria y obligado a cientos de millones de personas a quedarse confinadas en sus hogares. Y no retrocederá.