BEIJING – Tras una primavera marcada por el aumento de las tensiones en la Península Coreana, en las últimas semanas una frenética serie de actividades diplomáticas ha traído algo de esperanza de que se pueda lograr un acercamiento de mentalidades, al menos entre China, Corea del Sur y Estados Unidos. Sin embargo, sigue por encontrarse el inicio de un consenso viable sobre cómo reducir los riesgos a la seguridad que representan las impredecibles reacciones del régimen norcoreano.
BEIJING – Tras una primavera marcada por el aumento de las tensiones en la Península Coreana, en las últimas semanas una frenética serie de actividades diplomáticas ha traído algo de esperanza de que se pueda lograr un acercamiento de mentalidades, al menos entre China, Corea del Sur y Estados Unidos. Sin embargo, sigue por encontrarse el inicio de un consenso viable sobre cómo reducir los riesgos a la seguridad que representan las impredecibles reacciones del régimen norcoreano.