NUEVA YORK – Si la vida imita al arte, Nikolai Gogol, que tenía buena sintonía con los que desvarían y los locos, podría haber escrito el guion de los acontecimientos políticos clave de los últimos años. Piénsese en una historia que comience con una mujer anunciando su candidatura presidencial y que se convierte rápidamente en la favorita para ganar, a pesar de sus defectos. Pero entonces sale de la nada otro candidato: una estrella televisiva sin ninguna cualificación para ejercer un cargo público.
NUEVA YORK – Si la vida imita al arte, Nikolai Gogol, que tenía buena sintonía con los que desvarían y los locos, podría haber escrito el guion de los acontecimientos políticos clave de los últimos años. Piénsese en una historia que comience con una mujer anunciando su candidatura presidencial y que se convierte rápidamente en la favorita para ganar, a pesar de sus defectos. Pero entonces sale de la nada otro candidato: una estrella televisiva sin ninguna cualificación para ejercer un cargo público.