MILÁN – A muchas de las disputas políticas de los últimos años se las inscribió en el marco de las batallas entre la racionalidad económica y esas erupciones de irracionalidad que llamamos populismo, pero los psicólogos y economistas cognitivistas nos dirán que la racionalidad política difícilmente queda confinada a los insurgentes populistas: por regla general, la mayoría de los líderes políticos se centra en cuestiones prácticas y no necesariamente piensa con profundidad acerca de las ideas que expone.
MILÁN – A muchas de las disputas políticas de los últimos años se las inscribió en el marco de las batallas entre la racionalidad económica y esas erupciones de irracionalidad que llamamos populismo, pero los psicólogos y economistas cognitivistas nos dirán que la racionalidad política difícilmente queda confinada a los insurgentes populistas: por regla general, la mayoría de los líderes políticos se centra en cuestiones prácticas y no necesariamente piensa con profundidad acerca de las ideas que expone.