LONDRES – La decisiva derrota de Marine Le Pen a manos de Emmanuel Macron en la segunda vuelta de la elección presidencial francesa fue una importante victoria para la Europa liberal. Pero fue una batalla, no la guerra. Hace muy pocos años, la idea de que uno de cada tres ciudadanos franceses votaran por Le Pen, del Frente Nacional, era inconcebible.
LONDRES – La decisiva derrota de Marine Le Pen a manos de Emmanuel Macron en la segunda vuelta de la elección presidencial francesa fue una importante victoria para la Europa liberal. Pero fue una batalla, no la guerra. Hace muy pocos años, la idea de que uno de cada tres ciudadanos franceses votaran por Le Pen, del Frente Nacional, era inconcebible.