AMHERST – En medio de las presiones inflacionarias y de la agitación geopolítica, el mercado laboral norteamericano está experimentando una transformación importante: los salarios reales, especialmente los de los asalariados de bajos y medianos ingresos, están creciendo con solidez. Esta tendencia marca un cambio radical frente a décadas de una desigualdad cada vez mayor y de salarios estancados, lo que pone en tela de juicio el discurso de pesimismo económico prevaleciente. Por el contrario, refleja un mercado laboral dinámico, impulsado por políticas efectivas destinadas a curar las heridas de la pandemia del COVID-19 y de los subsiguientes shocks económicos.
AMHERST – En medio de las presiones inflacionarias y de la agitación geopolítica, el mercado laboral norteamericano está experimentando una transformación importante: los salarios reales, especialmente los de los asalariados de bajos y medianos ingresos, están creciendo con solidez. Esta tendencia marca un cambio radical frente a décadas de una desigualdad cada vez mayor y de salarios estancados, lo que pone en tela de juicio el discurso de pesimismo económico prevaleciente. Por el contrario, refleja un mercado laboral dinámico, impulsado por políticas efectivas destinadas a curar las heridas de la pandemia del COVID-19 y de los subsiguientes shocks económicos.