BERKELEY - La pandemia de COVID‑19 creó dos desafíos para la política económica estadounidense, uno a corto y el otro a mediano plazo. El desafío inmediato era mantener los ingresos de los consumidores, en un contexto de confinamientos, interrupción de las cadenas de suministro y variaciones en la oferta agregada. Eso implicaba evitar dos extremos: por un lado una depresión, por el otro, inyectar demasiada liquidez en la economía y acelerar la inflación.
BERKELEY - La pandemia de COVID‑19 creó dos desafíos para la política económica estadounidense, uno a corto y el otro a mediano plazo. El desafío inmediato era mantener los ingresos de los consumidores, en un contexto de confinamientos, interrupción de las cadenas de suministro y variaciones en la oferta agregada. Eso implicaba evitar dos extremos: por un lado una depresión, por el otro, inyectar demasiada liquidez en la economía y acelerar la inflación.