CAMBRIDGE – En su nuevo libro Slouching towards Utopia, el economista J. Bradford DeLong señala, correctamente, que “el laboratorio de investigación industrial y la corporación moderna” fueron las claves para generar un incremento radical en la tasa de innovación científica y tecnológica, y así de crecimiento económico, desde 1870 en adelante. DeLong también identifica al Tratado de Detroit, un acuerdo emblemático de 1950 entre General Motors y United Auto Workers, como una pieza central de la democracia social post-Segunda Guerra Mundial al estilo norteamericano. ¿Pero qué ha pasado con las corporaciones gigantes que generaron décadas de crecimiento financiando al mismo tiempo el seguro médico y las pensiones de sus empleados?
CAMBRIDGE – En su nuevo libro Slouching towards Utopia, el economista J. Bradford DeLong señala, correctamente, que “el laboratorio de investigación industrial y la corporación moderna” fueron las claves para generar un incremento radical en la tasa de innovación científica y tecnológica, y así de crecimiento económico, desde 1870 en adelante. DeLong también identifica al Tratado de Detroit, un acuerdo emblemático de 1950 entre General Motors y United Auto Workers, como una pieza central de la democracia social post-Segunda Guerra Mundial al estilo norteamericano. ¿Pero qué ha pasado con las corporaciones gigantes que generaron décadas de crecimiento financiando al mismo tiempo el seguro médico y las pensiones de sus empleados?