SHANGHÁI – En términos de impacto geopolítico, nada podría ser más importante que el giro de Estados Unidos de una cooperación estratégica a una competencia estratégica con China. Este cambio ha oscurecido las opiniones de muchos observadores respecto de las perspectivas económicas de China, como indicó un informe de Bruegel difundido a fines del año pasado. La presunción, parece ser, es que China no tiene otra opción que abandonar su exitoso sendero hacia el desarrollo y embarcarse en un camino menos próspero hacia la autosuficiencia, en la que el estado ejerza un control completo de la economía para protegerse contra las sacudidas geopolíticas. Pero los esfuerzos de China por impulsar su autosuficiencia en algunas áreas son una respuesta razonable a las presiones externas –y difícilmente sean una sentencia de muerte para su modelo o perspectivas económicos.
SHANGHÁI – En términos de impacto geopolítico, nada podría ser más importante que el giro de Estados Unidos de una cooperación estratégica a una competencia estratégica con China. Este cambio ha oscurecido las opiniones de muchos observadores respecto de las perspectivas económicas de China, como indicó un informe de Bruegel difundido a fines del año pasado. La presunción, parece ser, es que China no tiene otra opción que abandonar su exitoso sendero hacia el desarrollo y embarcarse en un camino menos próspero hacia la autosuficiencia, en la que el estado ejerza un control completo de la economía para protegerse contra las sacudidas geopolíticas. Pero los esfuerzos de China por impulsar su autosuficiencia en algunas áreas son una respuesta razonable a las presiones externas –y difícilmente sean una sentencia de muerte para su modelo o perspectivas económicos.