MILÁN – En el transcurso del pasado año, la trayectoria de las relaciones sino-norteamericanas se ha vuelto indiscutible: Estados Unidos y China van camino a un desacople sustancial, aunque no completo. Lejos de resistirse a este desenlace, ambas partes hoy parecen haber aceptado que esto resultará en un juego básicamente de no cooperación, al punto de que lo están incorporando en sus marcos de políticas. ¿Pero qué conllevará, exactamente, el desacople y cuáles serán sus consecuencias?
MILÁN – En el transcurso del pasado año, la trayectoria de las relaciones sino-norteamericanas se ha vuelto indiscutible: Estados Unidos y China van camino a un desacople sustancial, aunque no completo. Lejos de resistirse a este desenlace, ambas partes hoy parecen haber aceptado que esto resultará en un juego básicamente de no cooperación, al punto de que lo están incorporando en sus marcos de políticas. ¿Pero qué conllevará, exactamente, el desacople y cuáles serán sus consecuencias?