COLUMBUS – Durante miles de años, a los bebés a veces se los alimentó con leche de otra madre. Ya sea para asegurar la supervivencia del bebé luego de la muerte o enfermedad de su propia madre o como parte de un acuerdo con una nodriza (algo frecuente entre las familias de clase social alta en algunas culturas), compartir la leche materna es aceptable, y hasta un salvamento, desde hace mucho tiempo. Pero, en el transcurso de los últimos 5-10 años, surgió un nuevo tipo de economía de leche materna compartida propiciada por Internet -una economía que magnifica ciertos riesgos para los bebés que la reciben.
COLUMBUS – Durante miles de años, a los bebés a veces se los alimentó con leche de otra madre. Ya sea para asegurar la supervivencia del bebé luego de la muerte o enfermedad de su propia madre o como parte de un acuerdo con una nodriza (algo frecuente entre las familias de clase social alta en algunas culturas), compartir la leche materna es aceptable, y hasta un salvamento, desde hace mucho tiempo. Pero, en el transcurso de los últimos 5-10 años, surgió un nuevo tipo de economía de leche materna compartida propiciada por Internet -una economía que magnifica ciertos riesgos para los bebés que la reciben.