JERUSALÉN ORIENTAL – Por cerca de 75 años, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha prestado servicios de educación a refugiados de Siria, Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental. Más allá de habilitar a los refugiados para que no interrumpan su educación, la UNRWA les brinda un espacio seguro en que pueden escapar del conflicto, la violencia y las crisis económicas cada vez más profundas que rodean su realidad cotidiana. Pero nuestra capacidad de satisfacer las necesidades de los niños y niñas refugiados se ve cada vez más limitada por una razón trágicamente simple: la falta de fondos.
JERUSALÉN ORIENTAL – Por cerca de 75 años, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha prestado servicios de educación a refugiados de Siria, Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental. Más allá de habilitar a los refugiados para que no interrumpan su educación, la UNRWA les brinda un espacio seguro en que pueden escapar del conflicto, la violencia y las crisis económicas cada vez más profundas que rodean su realidad cotidiana. Pero nuestra capacidad de satisfacer las necesidades de los niños y niñas refugiados se ve cada vez más limitada por una razón trágicamente simple: la falta de fondos.