MILÁN – Hace unos años, escribí un libro llamado La próxima convergencia, sobre cómo las economías en desarrollo se estaban "acercando" a sus contrapartes avanzadas en términos de ingresos, riqueza, salud y otras medidas de bienestar. Allí analizaba no sólo la manera en que estos países habían alcanzado un rápido crecimiento -inclusive el papel central desempeñado por una economía global abierta-, sino también las oportunidades y desafíos que conllevaría este proceso de convergencia.
MILÁN – Hace unos años, escribí un libro llamado La próxima convergencia, sobre cómo las economías en desarrollo se estaban "acercando" a sus contrapartes avanzadas en términos de ingresos, riqueza, salud y otras medidas de bienestar. Allí analizaba no sólo la manera en que estos países habían alcanzado un rápido crecimiento -inclusive el papel central desempeñado por una economía global abierta-, sino también las oportunidades y desafíos que conllevaría este proceso de convergencia.