WASHINGTON, DC – Mucho se ha hablado últimamente de los esquemas de ingreso básico universal (IBU). La idea de suministrar a todos los residentes legales de un país una suma de dinero estándar sin conexión con el trabajo no es nueva. El filósofo Tomás Moro ya la defendía en el siglo XVI, y luego muchos otros, incluidos Milton Friedman a la derecha y John Kenneth Galbraith a la izquierda, promovieron diversas variantes. Pero recientemente la idea se ganó muchos más adherentes, y algunos la consideran una solución a las disrupciones económicas actuales derivadas de la tecnología. ¿Funcionará?
WASHINGTON, DC – Mucho se ha hablado últimamente de los esquemas de ingreso básico universal (IBU). La idea de suministrar a todos los residentes legales de un país una suma de dinero estándar sin conexión con el trabajo no es nueva. El filósofo Tomás Moro ya la defendía en el siglo XVI, y luego muchos otros, incluidos Milton Friedman a la derecha y John Kenneth Galbraith a la izquierda, promovieron diversas variantes. Pero recientemente la idea se ganó muchos más adherentes, y algunos la consideran una solución a las disrupciones económicas actuales derivadas de la tecnología. ¿Funcionará?