NUEVA YORK – En la cuestión más importante de la historia moderna del Reino Unido (la permanencia o no en la Unión Europea) el sistema electoral británico produjo un resultado absurdo. Una mayoría de la población del RU quiere quedarse en la UE, y de hecho en la elección parlamentaria del 12 de diciembre votó por partidos que expresaban esa preferencia. Pero la elección dio una gran mayoría al Partido Conservador, que promueve una salida rápida del bloque. La razón es tan sencilla como preocupante: la incapacidad de los sistemas electorales uninominales para convertir la opinión pública en resultados razonablemente representativos.
NUEVA YORK – En la cuestión más importante de la historia moderna del Reino Unido (la permanencia o no en la Unión Europea) el sistema electoral británico produjo un resultado absurdo. Una mayoría de la población del RU quiere quedarse en la UE, y de hecho en la elección parlamentaria del 12 de diciembre votó por partidos que expresaban esa preferencia. Pero la elección dio una gran mayoría al Partido Conservador, que promueve una salida rápida del bloque. La razón es tan sencilla como preocupante: la incapacidad de los sistemas electorales uninominales para convertir la opinión pública en resultados razonablemente representativos.