JERUSALEM – Durante décadas, el conflicto que caracteriza a Medio Oriente giró alrededor de un único término de la jerga diplomática: la «solución con dos Estados». Inicialmente este término se refería a una idea concreta: la creación de un Estado palestino soberano e independiente junto a Israel. Pero para la mayoría de los políticos desde hace mucho se trata de un cliché vacío, repetido por hábito sin mucho interés en lograrlo.
JERUSALEM – Durante décadas, el conflicto que caracteriza a Medio Oriente giró alrededor de un único término de la jerga diplomática: la «solución con dos Estados». Inicialmente este término se refería a una idea concreta: la creación de un Estado palestino soberano e independiente junto a Israel. Pero para la mayoría de los políticos desde hace mucho se trata de un cliché vacío, repetido por hábito sin mucho interés en lograrlo.