NUEVA YORK – Desde el punto de vista del riesgo crediticio soberano de los países europeos, la pandemia de COVID‑19 no es igual a otras crisis recientes. En primer lugar, esta crisis económica es resultado de cuarentenas sanitarias que tuvieron efecto recesivo, y no de problemas del sistema financiero que hayan provocado un contagio en los mercados de activos. En segundo lugar, la respuesta de las autoridades europeas hasta ahora ha sido mucho más sólida que en ocasiones anteriores. De modo que al finalizar la pandemia, la evolución de las calificaciones de deuda soberana de los países europeos dependerá de la capacidad de sus gobiernos para generar un crecimiento económico que permita regresar al equilibrio fiscal.
NUEVA YORK – Desde el punto de vista del riesgo crediticio soberano de los países europeos, la pandemia de COVID‑19 no es igual a otras crisis recientes. En primer lugar, esta crisis económica es resultado de cuarentenas sanitarias que tuvieron efecto recesivo, y no de problemas del sistema financiero que hayan provocado un contagio en los mercados de activos. En segundo lugar, la respuesta de las autoridades europeas hasta ahora ha sido mucho más sólida que en ocasiones anteriores. De modo que al finalizar la pandemia, la evolución de las calificaciones de deuda soberana de los países europeos dependerá de la capacidad de sus gobiernos para generar un crecimiento económico que permita regresar al equilibrio fiscal.