NUEVA YORK – La guerra de Rusia contra Ucrania ha permitido que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, se haga pasar por estadista y pacificador en la región, incluso en momentos en los que él redobla sus esfuerzos por violar los principios democráticos y los derechos humanos en su país. Considere la difícil situación en la que se encuentra Osman Kavala, un destacado filántropo y activista de la sociedad civil quien ha sido recientemente condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional; esto sucedió cuatro años después de que fue absuelto, enjuiciado de nuevo, y encarcelado una vez más por tribunales que están bajo el control de Erdogan.
NUEVA YORK – La guerra de Rusia contra Ucrania ha permitido que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, se haga pasar por estadista y pacificador en la región, incluso en momentos en los que él redobla sus esfuerzos por violar los principios democráticos y los derechos humanos en su país. Considere la difícil situación en la que se encuentra Osman Kavala, un destacado filántropo y activista de la sociedad civil quien ha sido recientemente condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional; esto sucedió cuatro años después de que fue absuelto, enjuiciado de nuevo, y encarcelado una vez más por tribunales que están bajo el control de Erdogan.