PRAGA – Hubo un tiempo en que la tuberculosis era una de las grandes preocupaciones del planeta. La tisis, como se la conocía, mataba indiscriminadamente, llevándose a luminarias como Franz Kafka, John Keats y el Presidente estadounidense James Monroe. En los dos últimos siglos, la TBC ha matado más que ninguna otra enfermedad, con la cifra no superada y sin precedentes de mil millones de personas.
PRAGA – Hubo un tiempo en que la tuberculosis era una de las grandes preocupaciones del planeta. La tisis, como se la conocía, mataba indiscriminadamente, llevándose a luminarias como Franz Kafka, John Keats y el Presidente estadounidense James Monroe. En los dos últimos siglos, la TBC ha matado más que ninguna otra enfermedad, con la cifra no superada y sin precedentes de mil millones de personas.