NEW HAVEN – Es fácil exagerar la derrota de Kamala Harris a manos de Donald Trump en la reciente contienda electoral de Estados Unidos. Trump ganó el voto popular por menos de dos puntos porcentuales -un margen de victoria similar al de los ganadores de las tres últimas elecciones-. La última vez que un presidente ganó por algo parecido a una victoria “aplastante” fue en 2008, cuando Barack Obama se impuso a John McCain por siete puntos porcentuales y les permitió a los demócratas tener amplias mayorías en el Congreso. Como resultado de ello, el 111° Congreso fue el más productivo en décadas.
NEW HAVEN – Es fácil exagerar la derrota de Kamala Harris a manos de Donald Trump en la reciente contienda electoral de Estados Unidos. Trump ganó el voto popular por menos de dos puntos porcentuales -un margen de victoria similar al de los ganadores de las tres últimas elecciones-. La última vez que un presidente ganó por algo parecido a una victoria “aplastante” fue en 2008, cuando Barack Obama se impuso a John McCain por siete puntos porcentuales y les permitió a los demócratas tener amplias mayorías en el Congreso. Como resultado de ello, el 111° Congreso fue el más productivo en décadas.