WASHINGTON – La asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el 20 de enero podría llevar un pensamiento más cortoplacista a la política económica en Estados Unidos y en todo el mundo. De ser así, probablemente veamos una mayor tensión entre las medidas oficiales y los objetivos de largo plazo, especialmente en lo que concierne a la política monetaria, al desarrollo y al comercio.
WASHINGTON – La asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el 20 de enero podría llevar un pensamiento más cortoplacista a la política económica en Estados Unidos y en todo el mundo. De ser así, probablemente veamos una mayor tensión entre las medidas oficiales y los objetivos de largo plazo, especialmente en lo que concierne a la política monetaria, al desarrollo y al comercio.