TEL AVIV – El 11 de diciembre, el entonces presidente Donald Trump proclamó que Estados Unidos iba a reconocer la soberanía de Marruecos sobre el disputado Sahara Occidental (una evidente recompensa por la decisión marroquí de establecer relaciones diplomáticas con Israel). La medida fue denunciada de inmediato como una violación palmaria de normas diplomáticas. Pero con su manera simplista de encarar conflictos prolongados, Trump puso en evidencia, sin proponérselo, que el emperador (el modelo diplomático habitual) está desnudo.
TEL AVIV – El 11 de diciembre, el entonces presidente Donald Trump proclamó que Estados Unidos iba a reconocer la soberanía de Marruecos sobre el disputado Sahara Occidental (una evidente recompensa por la decisión marroquí de establecer relaciones diplomáticas con Israel). La medida fue denunciada de inmediato como una violación palmaria de normas diplomáticas. Pero con su manera simplista de encarar conflictos prolongados, Trump puso en evidencia, sin proponérselo, que el emperador (el modelo diplomático habitual) está desnudo.