WASHINGTON, DC – Con la negativa de Donald Trump y los dirigentes del Partido Republicano a aceptar la derrota frente a un claro resultado electoral, la democracia está frente a un ataque sin precedentes en Estados Unidos. Si los estadounidenses confiaran en sus instituciones democráticas habría pocos motivos para preocuparse, el comportamiento de Trump podría considerarse un berrinche y el de los líderes republicanos, una cínica manera de seguirle la corriente a un narcisista adorado por los votantes de su partido.
WASHINGTON, DC – Con la negativa de Donald Trump y los dirigentes del Partido Republicano a aceptar la derrota frente a un claro resultado electoral, la democracia está frente a un ataque sin precedentes en Estados Unidos. Si los estadounidenses confiaran en sus instituciones democráticas habría pocos motivos para preocuparse, el comportamiento de Trump podría considerarse un berrinche y el de los líderes republicanos, una cínica manera de seguirle la corriente a un narcisista adorado por los votantes de su partido.