LONDRES – Desde que Donald Trump asumiera la presidencia de los Estados Unidos hace un año, se ha cuestionado cada vez más su estabilidad mental e incluso su cordura. Con la publicación del libro de Michael Wolff Fire and Fury: Inside the Trump White House (Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump), que afirma ofrecer una mirada tras bambalinas de la disfuncional administración del presidente, son dudas que han adquirido una nueva prominencia y urgencia. Pero, más allá de jactarse en Twitter de ser un “genio muy estable”, ¿qué puede hacer Trump en realidad para demostrar que es sicológicamente apto para el que algunos definen como el cargo más importante del mundo?
LONDRES – Desde que Donald Trump asumiera la presidencia de los Estados Unidos hace un año, se ha cuestionado cada vez más su estabilidad mental e incluso su cordura. Con la publicación del libro de Michael Wolff Fire and Fury: Inside the Trump White House (Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump), que afirma ofrecer una mirada tras bambalinas de la disfuncional administración del presidente, son dudas que han adquirido una nueva prominencia y urgencia. Pero, más allá de jactarse en Twitter de ser un “genio muy estable”, ¿qué puede hacer Trump en realidad para demostrar que es sicológicamente apto para el que algunos definen como el cargo más importante del mundo?