NUEVA YORK – Lo que en un principio fue una escaramuza comercial –en la que el presidente norteamericano, Donald Trump, impuso aranceles al acero y al aluminio- parece estar transformándose aceleradamente en una guerra comercial hecha y derecha con China. Si la tregua acordada por Europa y Estados Unidos se mantiene, Estados Unidos estará peleando principalmente con China, en lugar de con el mundo (por supuesto, el conflicto comercial con Canadá y México seguirá cociéndose a fuego lento, dadas las demandas estadounidenses que ninguno de los dos países puede o debe aceptar).
NUEVA YORK – Lo que en un principio fue una escaramuza comercial –en la que el presidente norteamericano, Donald Trump, impuso aranceles al acero y al aluminio- parece estar transformándose aceleradamente en una guerra comercial hecha y derecha con China. Si la tregua acordada por Europa y Estados Unidos se mantiene, Estados Unidos estará peleando principalmente con China, en lugar de con el mundo (por supuesto, el conflicto comercial con Canadá y México seguirá cociéndose a fuego lento, dadas las demandas estadounidenses que ninguno de los dos países puede o debe aceptar).