WASHINGTON, DC – Aunque difícilmente admita el menor descontento con el trabajo para cuya obtención hizo lo que nadie había hecho y en el que hasta cierto punto cayó por accidente (gracias a las extravagancias del Colegio Electoral), la presidencia de Donald Trump no ha sido lo que diríamos una experiencia “plácida”. Pero ninguna otra semana le había traído tantos problemas y malos presagios como la que pasó.
WASHINGTON, DC – Aunque difícilmente admita el menor descontento con el trabajo para cuya obtención hizo lo que nadie había hecho y en el que hasta cierto punto cayó por accidente (gracias a las extravagancias del Colegio Electoral), la presidencia de Donald Trump no ha sido lo que diríamos una experiencia “plácida”. Pero ninguna otra semana le había traído tantos problemas y malos presagios como la que pasó.