CAMBRIDGE – Un mito de la post-crisis financiera es que los gobiernos conservadores preocupados por la austeridad siempre favorecen la prudencia fiscal, mientras que los gobiernos progresistas proclives a la redistribución consideran que los grandes déficits son la mayor ganga del mundo. Esta perspectiva simplista, si bien puede contener una dosis de verdad, ignora seriamente la verdadera economía política subyacente de los déficits.
CAMBRIDGE – Un mito de la post-crisis financiera es que los gobiernos conservadores preocupados por la austeridad siempre favorecen la prudencia fiscal, mientras que los gobiernos progresistas proclives a la redistribución consideran que los grandes déficits son la mayor ganga del mundo. Esta perspectiva simplista, si bien puede contener una dosis de verdad, ignora seriamente la verdadera economía política subyacente de los déficits.