STANFORD – Dentro de un año, Estados Unidos elegirá a su próximo presidente. Hay mucho en juego, y el resultado repercutirá en todo el mundo, en una variedad de esferas, en particular la económica. Pero hasta ahora, el debate sobre las propuestas económicas de los precandidatos se ha basado más en sentimientos e ideologías que en el análisis riguroso.
STANFORD – Dentro de un año, Estados Unidos elegirá a su próximo presidente. Hay mucho en juego, y el resultado repercutirá en todo el mundo, en una variedad de esferas, en particular la económica. Pero hasta ahora, el debate sobre las propuestas económicas de los precandidatos se ha basado más en sentimientos e ideologías que en el análisis riguroso.