NUEVA YORK – Incluso algunos de los seguidores republicanos de Donald Trump en el Senado no tuvieron dudas de que el presidente estadounidense extorsionó a un aliado vulnerable para que lo ayudase a ser reelecto en noviembre, calumniando a un rival político. Ciertamente evitaron usar la palabra extorsión, pero, como dijo Lamar Alexander, un senador de Tennessee, en una declaración cuyas palabras fueron cuidadosamente elegidas: «Fue poco apropiado que el presidente pidiera a un líder extranjero que investigara a su oponente político [y demorase] la asistencia estadounidense para alentar esa investigación».
NUEVA YORK – Incluso algunos de los seguidores republicanos de Donald Trump en el Senado no tuvieron dudas de que el presidente estadounidense extorsionó a un aliado vulnerable para que lo ayudase a ser reelecto en noviembre, calumniando a un rival político. Ciertamente evitaron usar la palabra extorsión, pero, como dijo Lamar Alexander, un senador de Tennessee, en una declaración cuyas palabras fueron cuidadosamente elegidas: «Fue poco apropiado que el presidente pidiera a un líder extranjero que investigara a su oponente político [y demorase] la asistencia estadounidense para alentar esa investigación».