WASHINGTON, DC – El conflicto fatídico sobre si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debía ser removido o no del cargo reveló la alarmante fragilidad de la Constitución de la que los norteamericanos han dependido durante más de 200 años para mantener su sistema democrático. Nada desde la Guerra Civil había puesto tan a prueba su viabilidad. Y la lección alarmante es que un presidente decidido con un control férreo de su partido y un desprecio por el régimen de derecho puede liberarse de sus restricciones.
WASHINGTON, DC – El conflicto fatídico sobre si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debía ser removido o no del cargo reveló la alarmante fragilidad de la Constitución de la que los norteamericanos han dependido durante más de 200 años para mantener su sistema democrático. Nada desde la Guerra Civil había puesto tan a prueba su viabilidad. Y la lección alarmante es que un presidente decidido con un control férreo de su partido y un desprecio por el régimen de derecho puede liberarse de sus restricciones.