BOSTON – Corren tiempos únicos y problemáticos en los Estados Unidos. Un ex presidente dos veces acusado constitucionalmente y que hoy enfrenta cuatro procesos judiciales distintos por delitos graves es el líder de facto de uno de los dos principales partidos políticos. Habiendo transformado el Partido Republicano a su imagen, resulta casi inevitable que Donald Trump sea su nominado en las presidenciales de 2024, a pesar de las crecientes evidencias de sus fechorías financieras y su papel en un intento de golpe de estado. Si bien a los Demócratas les fue bien en distintas elecciones celebradas este mes, las encuestas muestran a Trump por delante del Presidente estadounidense Joe Biden en varios estados decisivos. Está claro que hay algo podrido en la República Estadounidense.
BOSTON – Corren tiempos únicos y problemáticos en los Estados Unidos. Un ex presidente dos veces acusado constitucionalmente y que hoy enfrenta cuatro procesos judiciales distintos por delitos graves es el líder de facto de uno de los dos principales partidos políticos. Habiendo transformado el Partido Republicano a su imagen, resulta casi inevitable que Donald Trump sea su nominado en las presidenciales de 2024, a pesar de las crecientes evidencias de sus fechorías financieras y su papel en un intento de golpe de estado. Si bien a los Demócratas les fue bien en distintas elecciones celebradas este mes, las encuestas muestran a Trump por delante del Presidente estadounidense Joe Biden en varios estados decisivos. Está claro que hay algo podrido en la República Estadounidense.