LONDRES: A juzgar por el resultado, las elecciones generales en Gran Bretaña no fueron emocionantes ni sorpresivas. A lo largo de sus cuatro años en el poder el gobierno de Tony Blair y su New Labour (nuevo partido del trabajo) disfrutaron de una larga y estable ventaja en las encuestas de opinión. Cuando Blair convocó a elecciones se dió por hecho que se alcanzaría la victoria. Pero las elecciones fueron reveladoras, no sólo en relación a los problemas políticos británicos sino también a situaciones similares en los sistemas políticos de occidente.
LONDRES: A juzgar por el resultado, las elecciones generales en Gran Bretaña no fueron emocionantes ni sorpresivas. A lo largo de sus cuatro años en el poder el gobierno de Tony Blair y su New Labour (nuevo partido del trabajo) disfrutaron de una larga y estable ventaja en las encuestas de opinión. Cuando Blair convocó a elecciones se dió por hecho que se alcanzaría la victoria. Pero las elecciones fueron reveladoras, no sólo en relación a los problemas políticos británicos sino también a situaciones similares en los sistemas políticos de occidente.