BRUSELAS – Cada día que pasa se vislumbran con mayor claridad los delineamientos de la estrategia comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los socios comerciales de Estados Unidos enfrentan amenazas drásticas. Sin embargo, tal como se demuestra mediante la renovación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Corea, y la “reforma” y cambio de nombre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la mayoría de los países deben ofrecer sólo pequeñas concesiones para apaciguar a Trump. El único país por el cual Trump se preocupa – su “enemigo público número uno” – es China.
BRUSELAS – Cada día que pasa se vislumbran con mayor claridad los delineamientos de la estrategia comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los socios comerciales de Estados Unidos enfrentan amenazas drásticas. Sin embargo, tal como se demuestra mediante la renovación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Corea, y la “reforma” y cambio de nombre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la mayoría de los países deben ofrecer sólo pequeñas concesiones para apaciguar a Trump. El único país por el cual Trump se preocupa – su “enemigo público número uno” – es China.