El sentimiento de que el régimen del presidente sirio Bashar Al Assad está llegando a un punto de inflexión crece por momentos. La reciente renuncia del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ante la imposibilidad de poner en práctica el plan de paz de seis puntos y detener la violencia, es uno de los muchos factores que obligan hoy a la comunidad internacional a pensar seriamente sobre la necesidad de minimizar los peligros inherentes a la difícil situación de Siria.
El sentimiento de que el régimen del presidente sirio Bashar Al Assad está llegando a un punto de inflexión crece por momentos. La reciente renuncia del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ante la imposibilidad de poner en práctica el plan de paz de seis puntos y detener la violencia, es uno de los muchos factores que obligan hoy a la comunidad internacional a pensar seriamente sobre la necesidad de minimizar los peligros inherentes a la difícil situación de Siria.