STANFORD – Si la línea de política exterior que presentó el presidente Joe Biden en su discurso del 28 de abril ante el Congreso inquietó a los aliados de Estados Unidos, tienen toda la razón. Aunque la agenda económica interna de Biden es todo lo contrario a la de Trump (aumento de impuestos a los ricos y una importante ampliación de la red de seguridad social), la política exterior que delineó no fue tan diferente del credo «Estados Unidos primero» de su extravagante antecesor.
STANFORD – Si la línea de política exterior que presentó el presidente Joe Biden en su discurso del 28 de abril ante el Congreso inquietó a los aliados de Estados Unidos, tienen toda la razón. Aunque la agenda económica interna de Biden es todo lo contrario a la de Trump (aumento de impuestos a los ricos y una importante ampliación de la red de seguridad social), la política exterior que delineó no fue tan diferente del credo «Estados Unidos primero» de su extravagante antecesor.