WASHINGTON, DC – Desde la pandemia del COVID-19 hasta las alzas de las tasas de interés en las economías avanzadas, los acontecimientos de los últimos años han hecho que muchas economías en desarrollo se vean en dificultades para pagar sus deudas. Pero el problema podría ser aún mayor de lo que cree el mundo, ya que muchas deudas soberanas transitan por canales ocultos, encubiertos o poco transparentes. Esto impide que los responsables de las políticas y los inversores tomen decisiones informadas.
WASHINGTON, DC – Desde la pandemia del COVID-19 hasta las alzas de las tasas de interés en las economías avanzadas, los acontecimientos de los últimos años han hecho que muchas economías en desarrollo se vean en dificultades para pagar sus deudas. Pero el problema podría ser aún mayor de lo que cree el mundo, ya que muchas deudas soberanas transitan por canales ocultos, encubiertos o poco transparentes. Esto impide que los responsables de las políticas y los inversores tomen decisiones informadas.