BRUSELAS – El error de pensar que «esta vez es diferente» condujo a los responsables de políticas a permitir que el exceso crediticio de principios de la década de 2000 se prolongase excesivamente, preparando el terreno para la mayor crisis financiera que podemos recordar. Pero ahora, cuando se trata de la recuperación, creer que esta vez no debiera ser diferente puede resultar igualmente peligroso.
BRUSELAS – El error de pensar que «esta vez es diferente» condujo a los responsables de políticas a permitir que el exceso crediticio de principios de la década de 2000 se prolongase excesivamente, preparando el terreno para la mayor crisis financiera que podemos recordar. Pero ahora, cuando se trata de la recuperación, creer que esta vez no debiera ser diferente puede resultar igualmente peligroso.