BERLÍN – La canciller alemana Ángela Merkel suele navegar por la política con la vista –y es una vista muy corta, por cierto. Pero cuando la niebla oscurece la visibilidad y no se es un conductor instintivo (como parece ser el caso) y no encuentra uno sus lentes, no sólo se pone en peligro a sí mismo, sino también a los demás.
BERLÍN – La canciller alemana Ángela Merkel suele navegar por la política con la vista –y es una vista muy corta, por cierto. Pero cuando la niebla oscurece la visibilidad y no se es un conductor instintivo (como parece ser el caso) y no encuentra uno sus lentes, no sólo se pone en peligro a sí mismo, sino también a los demás.