EDINBURGO – La pandemia de la COVID-19 nos dejó varias lecciones, muchas de ellas con un costo elevado. Una de las principales fue que, a pesar de haberlo ensayado durante años, el mundo no estaba preparado para el brote rápido de una nueva enfermedad infecciosa.
EDINBURGO – La pandemia de la COVID-19 nos dejó varias lecciones, muchas de ellas con un costo elevado. Una de las principales fue que, a pesar de haberlo ensayado durante años, el mundo no estaba preparado para el brote rápido de una nueva enfermedad infecciosa.