La hoja de ruta hacia la paz entre israelíes y palestinos topa con innumerables desvíos sangrientos. Pocos israelíes abrigan la esperanza de que el Primer Ministro palestino Mahmud Abbas brinde seguridad a Israel o de que aplique reformas políticas y financieras de gran alcance. Pocos palestinos abrigan la esperanza de que el Primer Ministro israelí Ariel Sharon les brinde lo que quieren: la paralización de la construcción y expansión de los asentamientos y la creación, en última instancia, de un Estado palestino en verdad soberano en un territorio con contigüidad.
La hoja de ruta hacia la paz entre israelíes y palestinos topa con innumerables desvíos sangrientos. Pocos israelíes abrigan la esperanza de que el Primer Ministro palestino Mahmud Abbas brinde seguridad a Israel o de que aplique reformas políticas y financieras de gran alcance. Pocos palestinos abrigan la esperanza de que el Primer Ministro israelí Ariel Sharon les brinde lo que quieren: la paralización de la construcción y expansión de los asentamientos y la creación, en última instancia, de un Estado palestino en verdad soberano en un territorio con contigüidad.