WASHINGTON, DC – Cuando los economistas discuten el «ajuste fiscal», habitualmente lo enmarcan como una meta abstracta y compleja. Pero la cuestión es realmente sencilla: ¿quién cargará con el peso de las medidas para reducir el déficit presupuestario? O bien es necesario aumentar los impuestos sobre algunas personas, o bien el gasto debe caer, o ambos. Lo del «ajuste fiscal» es jerga; la austeridad siempre está relacionada con la distribución del ingreso.
WASHINGTON, DC – Cuando los economistas discuten el «ajuste fiscal», habitualmente lo enmarcan como una meta abstracta y compleja. Pero la cuestión es realmente sencilla: ¿quién cargará con el peso de las medidas para reducir el déficit presupuestario? O bien es necesario aumentar los impuestos sobre algunas personas, o bien el gasto debe caer, o ambos. Lo del «ajuste fiscal» es jerga; la austeridad siempre está relacionada con la distribución del ingreso.